El ministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca, Yohsimasa
Hayashi, afirmó hoy que Japón continuará cazando ballenas, pese a las críticas
de otros países y los enfrentamientos con organizaciones defensoras del mayor
mamífero del planeta.
Hayashi subrayó que las censuras a esa práctica constituyen
un ataque cultural contra esta nación asiática, una especie de prejuicio,
remarcó.
Desde el punto de vista japonés, la caza de ballenas se
incluye dentro de una tradición, cuyos detractores, precisó el ministro,
expresan irrespeto por el acervo del país del Sol Naciente. Noruega e Islandia
son los dos otros Estados que se dedican a la pesca ballenera, a contrapelo de
una moratoria emitida en 1986 para proteger a la especie.
Tokio pretexta que en mayoría de casos la captura de esos animales
se orienta hacia investigaciones científicas, pero en la realidad, según
denuncias de los ecologistas, es que casi todos se convierten en manjares
exóticos.
Los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda han mostrado
indignación por las expediciones anuales de Japón en el océano Antártico, al
cual la Comisión Internacional Ballenera Internacional considera un santuario
para esos gigantes marinos.
Desde hace varios años, la organización no gubernamental Sea
Shepherd persigue a los balleneros en un intento por detener la pesca de los
grandes mamíferos.
Con frecuencia se han registrado violentos choques en las
gélidas aguas del Antártico como ocurrió la víspera cuando hubo un encontronazo
entre la flota de los ecologistas y la de los pescadores nipones. Cada parte
acusó a la otra de embestir sus buques.
1 comentario:
Flor de vivos los japoneses. TraDición sería pescar en botes a remo y con arpón a mano... Ésto es mas bien TRAICIÓN a los tratados internacionales de protección.
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