El 8 de agosto último, la Agencia Federal de Control Nuclear
de Bélgica detectó, tras una parada de rutina, una serie de posibles fisuras en
la vasija de presión del reactor Doel-3. Ante esa situación, dispuso el cierre
preventivo de la planta para hacer los estudios correspondientes.
La vasija de acero de esa central había sido construida por
la empresa RDM, de Holanda, que ya no existe. Esa compañía había provisto de
ese equipamiento a otros 21 reactores, distribuidos en ocho países. Tres de
ellos ya cerraron: dos en Alemania, en 2011, y uno en Holanda. Ocho funcionan
en los Estados Unidos.
Cuando Le Monde publicó, el 9 de agosto, que uno de los
reactores con vasijas RDM estaba en la Argentina, las organizaciones pidieron a
la Autoridad de Regulación Nuclear que informara si efectivamente alguna de las
centrales del país cuenta con ese equipamiento y si se iba a adoptar alguna
medida para descartar que se hubieran producido aquí las mismas fallas.
Ahora, la Agencia de Energía Nuclear confirmó que la central
de Atucha I, está en la lista de 22 reactores con vasijas de presión provistas
por RDM. Esos recipientes contienen el líquido refrigerante que contribuye a
enfriar el núcleo del reactor. “Si hay una grieta, se puede producir una
filtración de ese líquido moderador y el núcleo se recalentaría hasta producir
la fusión, como ocurrió en Fukushima”, advierte a Página/12 Mauro Fernández, de
la Campaña de Clima y Energía de Greenpeace. Admitió, sin embargo, que un
episodio de esas características no se produciría sin registrar antes evidentes
signos de alarma.
Lo que por ahora alarma a las organizaciones ambientalistas
es el silencio oficial, Greenpeace, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales
(FARN) y Los Verdes presentaron el 14 de agosto un pedido de información
pública a la ARN y a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para que
confirmaran si la empresa RDM actuó como proveedora de una central atómica
argentina. El pedido contó con la adhesión del Taller Ecologista de Rosario, la
organización M’biguá, de Entre Ríos, y Funam, de Córdoba.
Se trata de información pública vital para la comunidad que
nuestra Autoridad Regulatoria Nuclear debe responder, más aún luego de que la
Agencia de Energía Nuclear de la OCDE confirmó que Atucha I está en el listado
de los 19 reactores provistos por RDM”.
La Argentina cuenta con dos centrales atómicas en actividad
y una tercera que está en construcción. La primera es Atucha I, ubicada en
Lima, partido de Zárate, inaugurada en 1974. La segunda es Embalse, en Córdoba,
que se puso en marcha diez años después. La primera genera 341 megawatts; la
segunda, 600 megawatts. La tercera central, Atucha II, se comenzó a construir
en 1981. Debía estar terminada en 1987, pero su construcción se paralizó hasta
que se retomó en 2006. Estaba previsto que entrara en funcionamiento este año.
Referencia: http://www.pagina12.com.ar
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