martes, 5 de noviembre de 2013

La cuenca del río Matanza-Riachuelo, está entre lugares más contaminados del mundo.

La cuenca del río Matanza-Riachuelo, en la provincia de Buenos Aires, está entre los diez lugares más contaminados del mundo por el alto nivel de tóxicos que contienen sus aguas, entre los que destacan compuestos orgánicos volátiles como el tolueno, según un informe de la ONG Green Cross.
La cuenca del río Matanza-Riachuelo, en la provincia de Buenos Aires, está entre los diez lugares más contaminados del mundo por el alto nivel de tóxicos que contienen sus aguas, entre los que destacan compuestos orgánicos volátiles como el tolueno, según un informe de la ONG Green Cross.
El tolueno es la materia prima a partir de la cual se obtienen derivados del benceno, ácido benzoico o fenol y se utiliza en la elaboración de medicamentos, colorantes, perfumes y detergentes.
En los 64 kilómetros de extensión de la cuenca de este río, que fluye desde el oeste de Buenos Aires hasta el estuario del río de La Plata, también se encuentran contaminantes como grafito, mercurio, cromo y otros residuos industriales.
Se trata de una zona industrial en la que se ubican curtidurías, plantas petroleras, químicas y metalúrgicas, además de unos cuarenta vertederos de basura, fuentes contaminantes que, según datos de 2007, afectan potencialmente a unos 4,5 millones de personas.


En el informe 2013 de Green Cross sobre los diez lugares más contaminados del mundo, conocido hoy, figuran también Hazaribagh (Bangladesh), el vertedero de Agbogbloshie en Ghana, el río Citarum y la región de Kalimantan en Indonesia, el delta del río Níger (Nigeria), las dos ciudades rusas de Dzershinsk y Norilsk, Kabwe en Zambia y Chernobil, en Ucrania.
En la lista de este año aparecen lugares con fuentes tóxicas a las que las personas están directamente expuestas, con prioridad a los que afectan a seres humanos por inhalación directa, ingesta a través de alimentos o contacto con la piel, como sucede con el plomo, cadmio, cromo, petróleo, pesticidas, fenoles, mercurio o sarín.
También se han tenido en cuenta lugares en los que las fuentes contaminantes afectan a gran parte de la población y, finalmente, se ha valorado la sustancia tóxica mediante la comprobación de datos sobre su toxicidad, carcinogenicidad y potenciales riesgos para la salud.
Desde Green Cross recordaron que el informe del año pasado demostró que las consecuencias para la salud de las sustancias tóxicas industriales equivalen a las que suponen tres grandes enfermedades infecciosas a nivel mundial como el sida, la tuberculosis y la malaria.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 20 % de las muertes en los países en vías de desarrollo se debe directamente a causas medioambientales y en todo el mundo la contaminación ambiental afecta a la salud de unos 200 millones de personas.

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