La Dra. Fabiana Lo Nostro es bióloga, docente, investigadora
del CONICET y Directora del Laboratorio que reúne fisiólogos, morfólogos,
histólogos en el análisis de estos impactos. Y se llevaron una sorpresa.
Un día les llamaron de emergencia a Balcarce pues había
peces muertos de a miles flotando en las lagunas a las cuales llegan con la
lluvia los residuos químicos provenientes de los campos fundamentalmente de
papas y de soja, que están hasta el borde mismo de las riberas. Son cantidades
exorbitantes de agrotóxicos que terminan en los espejos de agua.
Foto: Ricardo Barbieri. |
El equipo técnico recogió muestras de peces y se los llevó
al laboratorio. ¡Resultó que casi todos eran hembras! ¿Por qué no había machos?
El equipo, entonces, puso manos a la obra para develar el misterio.
La Dra. Lo Nostro explica que muchas de las sustancias de
síntesis usadas en la vida cotidiana y en los campos, imitan a las hormonas
sexuales. Ingresan al organismo (por la piel, por los alimentos, por la
respiración) y el organismo las “lee” como si fuesen hormonas sexuales. Si
entra a un organismo macho, éste se “feminiza”, los testículos se atrofian, y
la reproducción se interrumpe, puesto que no habrá fertilización.
Estos agrotóxicos tienen en el hombre, efectos similares.
Hay interesantes estudios al respecto sobre infertilidad masculina hechos en
nuestro país, en trabajadores rurales expuestos. Porque si estos efectos
estrogénicos actúan tan fuertemente en animales, y en dos o tres años eliminan
una especie de un curso de agua, también pueden impactar en nosotros. ¿Con qué
consecuencias?
En una investigación que demandó tres años y seis pueblos de
la Pampa Húmeda y confirmó la vinculación directa entre problemas reproductivos
entre otros, con el uso y la exposición a agrotóxicos, el equipo liderado por
el Dr. Alejandro Oliva junto al grupo del Hospital Italiano de Rosario, el
Centro de Investigaciones en Biodiversidad y Ambiente (Ecosur), la Universidad
Nacional de Rosario, la Federación Agraria local y el Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (INTA), fue contundente.
Para las mismas fechas, se publicó el documento “Exposición
a Plaguicidas y Contaminantes Orgánicos Persistentes en la Infancia de la Dra.
Jenny Pronczuk de Garbino, de la Organización Mundial de la Salud.
Y desde entonces, año 2004, en todo el mundo aparecen
estudios y comprobaciones que hablan de este aspecto tan particular de los
agrotóxicos.
¿Por qué no se difunden masivamente estos temas? ¿Hasta
cuándo se sostendrá este modelo rural demandante de insumos peligrosos que está
generando impactos que serán irreversibles?
Lic. Silvana Buján
BIOS Argentina
RENACE – Red Nacional de Acción Ecologista
Coalición Ciudadana Antiincineración
GAIA
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