Concretamente, el proyecto tiene como objetivo, que los
municipios puedan hacerse de terrenos, cuando autoricen grandes emprendimientos
urbanísticos, para desarrollar planes sociales de viviendas. O disponer
parcelas con el mismo destino de construcción de casas. Por eso también se
incluye la figura de la expropiación, como una de las alternativas.
El proyecto se asienta en la premisa básica de que el Estado,
es quien aporta la infraestructura mínima que posibilita el uso y la
urbanización de terrenos; mejoras que incrementan el valor del inmueble.
Esa misma valorización se produce, sostienen sus autores,
cuando los municipios incorporan un inmueble al área urbana que estaba ubicado
en un espacio territorial rural; cuando se establecen modificaciones en el
régimen de uso del suelo o zonificación; si se autoriza un mayor aprovechamiento
para edificar o cuando se ejecutan obras públicas y su financiación corrió
exclusivamente por el Estado.
“De estas transformaciones surgen beneficios millonarios a
través de loteos y emprendimientos inmobiliarios”. Y se añade: “El Estado
necesita una herramienta para regular y ordenar el espacio urbano acorde a esos
beneficios, que pueden ser reorientados a crear más y mejor suelo urbano”.
Por lo demás, como se dijo, este proyecto está vinculado a
que uno de los condicionamientos clave que afronta el plan nacional Procrear es
la falta de terrenos. “De los 1,5 millones de personas que se anotaron en el
plan, sólo 400 mil tienen tierras”, según señalan legisladores que están
trabajando en el proyecto provincial.
N de la R: Según datos generados por el Registro de
Urbanizaciones Cerradas del Ministerio de Gobierno provincial (CIOUT), la
proliferación de urbanizaciones privadas en la llamada área metropolitana,
supone una ocupación de suelo real o programado inmenso de 500 km2, esto
implica una superficie dos veces superior a la que ocupa la Ciudad de Buenos
Aires, en el que apenas residen 100.000 personas. Efectivamente, en la inmensa
porción de territorio que los barrios privados ocupan en la provincia de Buenos
Aires, se encuentra radicado solo el 1% de la totalidad de la población
metropolitana.
La población de los barrios cerrados de Tigre se estima en
23.000 habitantes, distribuidos en 5.381 hectáreas, lo que equivale al 35,4%
del territorio del partido, cuya población total ronda los 400.000 habitantes.
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