miércoles, 18 de septiembre de 2013

Identifican sustancias antibióticas en un arbusto de la Puna de Atacama.

Investigadores del CONICET usaron extractos vegetales de la tola para inhibir bacterias aisladas de infecciones de piel y partes blandas de pacientes de hospitales de San Miguel de Tucumán. El objetivo es reemplazar productos sintéticos que pueden tener efectos secundarios.
Las sociedades indígenas conservaron el uso de vegetales con efectos medicinales a través de los siglos. Considerando a las plantas como una verdadera “farmacia natural”, investigadores argentinos identificaron moléculas de alta potencia antibiótica en un arbusto espinoso que crece a más de 4.000 metros de altura en una de las regiones más áridas del planeta.
Según consta en la revista científica internacional Phytotherapy Research, un equipo de científicos del CONICET extrajo de la planta Baccharis incarum, conocida popularmente como tola, ingredientes denominados flavonoides. Y luego, con ellos, lograron eliminar in vitro bacterias Staphylococcus aureus y Enterococcus faecalis –resistentes a antibióticos convencionales- aisladas de infecciones de piel y partes blandas de pacientes de hospitales de San Miguel de Tucumán.



El grupo recolectó la tola en la región de Antofagasta de la Sierra (Catamarca), que pertenece a la Puna de Atacama. Las especies vegetales que viven en estos ecosistemas de altura desarrollan mecanismos de adaptación para sobrevivir. Por ejemplo, producen gran cantidad de resinas que las protegen de la acción desecante de los vientos y de las condiciones de aridez, bajas temperaturas e intensa radiación ultravioleta.
“Estudiamos las sustancias de ésta y otras plantas que permitan encontrar nuevos y novedosos fármacos útiles para el tratamiento de varias enfermedades de impacto social relevante”, indicó a la Agencia CyTA la autora principal del estudio, la doctora María Inés Isla, directora del Laboratorio de Investigaciones de Productos Naturales del Instituto de Química del Noroeste Argentino (INQUINOA), que depende del CONICET y la Universidad Nacional de Tucumán.
La investigadora destacó que sus líneas de trabajo apuntan a la incorporación de alternativas terapéuticas a los productos sintéticos disponibles, que muchas veces resultan tóxicos o presentan efectos secundarios nocivos. Isla agregó que están elaborando protocolos para desarrollar geles antibióticos con flavonoides de tola, los cuales podrían ser producidos por laboratorios fitoterápicos locales.

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