domingo, 9 de marzo de 2008

¿No será Impétigo?

A lo largo de las múltiples y cuantiosas tareas de investigación que realice para desarrollar El Caso Las Tunas, que trata fundamentalmente de la contaminación con arsénico del agua que proveen las canillas comunitarias de este barrio y la contaminación urbana e industrial que sufre la cuenca del arroyo Las Tunas-Darragueyra, me surgió una profunda preocupación relacionada con los efectos sanitarios, que tamaña exposición al envenenamiento, pudiera haber producido sobre la salud de la comunidad.
Si bien en este tránsito recibí muchísimos testimonios relacionados con problemas sanitarios, sobre los cuales debo reconocer que no tengo conocimiento suficientes, hubo una situación que me llamó particularmente la atención. Una gran cantidad de chicos en edad escolar y algunos mayores, presentaban pústulas y ampollas con pus, principalmente en la cara, antebrazos y piernas.
De los testimonios y comentarios recogidos, surgieron las siguientes comprobaciones:

· Muchas madres, algunas de las cuales también estaban afectadas, no habían hecho consulta médica alguna.
· Las madres que hicieron consulta médica, no contaban con un diagnóstico respecto a la situación sanitaria que padecían ellas y/o sus hijos.
· En la mayoría de los casos, estimaban que la causa de las pústulas y ampollas en cuestión, se debían al calor y fundamentalmente a la contaminación del agua que utilizaban para higienizarse.
· Si bien habían notado que la afección era sumamente contagiosa, desconocían totalmente los métodos para evitar dicho contagio.

Frente a esta situación oportunamente, procedí a enviar una serie de fotografías digitales (alta resolución) relacionadas con este tema, a tres reconocidos médicos de Tigre, algunas de las cuales publico a continuación.


Los tres profesionales consultados, además de enviarme cuantiosa información técnica, coincidieron en afirmar que la afección que yo trataba de identificar, era Impétigo. El impétigo es una infección bacteriana, altamente contagiosa que se trasmite por contacto directo, de las capas superficiales de la epidermis. Las bacterias responsables son del grupo A del estreptococo beta-hemolítico y el estafilococo aureus, o una combinación de ambos.
Normalmente, el impétigo es una condición bastante leve. Sin embargo, si se deja de tratar pueden desarrollarse problemas posteriores, tales como dolor, inflamación, descarga de pus o fiebre. El Streptococcus del Grupo A puede desarrollar glomerulonefritis, fiebre escarlatina o enfermedades de invasión de estreptococo que amenacen la vida.
El impétigo contagioso comienza con una mácula eritematosa aislada de 2–4 mm, que pronto se transforma en vesícula o pústula. Las vesículas son frágiles y al romperse liberan un exudado de color semejante a la miel. Seguidamente, las lesiones se extienden con rapidez. El impétigo puede afectar a la piel de cualquier parte del cuerpo, aunque suele aparecer en la nariz y la boca, las manos y los antebrazos.

Los pacientes se pueden autoinocular y diseminar la infección a otras partes del cuerpo, pero el contagio también se produce por el transporte de las bacterias en la ropa, utensilios escolares y otros objetos. Por lo tanto, los lugares más expuestos son colegios, guarderías infantiles y colonias de vacaciones.
Algunos de los procedimientos recomendados para evitar el contagio de esta afección, son los siguientes:

· Lavar bien sus manos, especialmente después de tocar alguna área del cuerpo infectada.
· Evitar el contacto con bebés recién nacidos.
· No manejar comida en casa por lo menos durante las primeras 24 horas tras haber iniciado el tratamiento.
· Bañarse diariamente con agua y jabón.
· Lavarse las manos, cara y cabello regularmente.
· Si tiene a su cuidado alguien con impétigo, asegúrese de lavar sus manos cada vez que toque a la persona.
· No compartir toallas, ropa o sábanas, especialmente con la persona que tiene impétigo.
· Mantener sus uñas cortas y limpias.
· Cambiarse y lavar la ropa frecuentemente.
· No deje que sus hijos jueguen o estén en contacto cercano con alguien que tenga impétigo.

No obstante todo lo dicho, según mi entender, lo más correcto que podemos hacer frente a circunstancias sanitarias como las expuestas, es consultar de forma inmediata a un médico, y cumplir estrictamente con todas las medidas que nos recomiende tomar.
Antes de cerrar, me gustaría insistir con la necesidad de que en el barrio Las Tunas, se realice un estudio epidemiológico, a fin de determinar los factores de riesgo que hacen más probable que una persona se enferme, a fin de determinar los factores protectores o terapéuticos que permitan sanar a la persona o prevenir la enfermedad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mi marido tiene impetigo,en sus manos,y a razon de que tengo tres hijos,tengo miedo de que se contagien,todo lo que toque mi marido en casa,contagia?
sigo durmiendo con el,o tendra que dormir aparte?
como prevenimos el contagio si lo tiene en las manos?

Anónimo dijo...

Por favor, visite un médico en forma inmediata.
Ricardo Barbieri.

martina dijo...

soy docente de la escuela Nº33 de ricardo rojas y aca tambien hubo casos de impetigo sobre todo en las familias mas pobres quienes no cuentan con las condiciones mas basicas de dignidad en sus viviendas... pero ....lo unico que recibimos es una placa por el aniversario de la escuela... eso si firmada por el intendente que seguro no tomo agua del comedor de la escuela porque es de pozo y tiene arsenico.
martina