El recital de Perotá Chingó en el Festival Consciente, que
se realizó en el Centro de Exposiciones de San Isidro, tuvo una inesperada
intervención de protesta por parte de la Asamblea Bosque Alegre, una
organización vecinal que desde hace años defiende el bosque ribereño del
distrito contra la tala de árboles y las amenazas de su privatización.
Integrantes de la Asamblea reclamaron a través de volantes
que distribuyeron junto a las 2000 semillas que la ONG "Un árbol para mi
vereda" entregó en el público para hacer una plantación masiva durante el
espectáculo de Perotá Chingó, solicitaron que la municipalidad de San Isidro
apruebe un plan de manejo que, respetando los usos habituales que tiene el
lugar, convierta al Bosque Alegre en un verdadero espacio protegido”,
Parte del bosque, que fue nombrado paisaje protegido después
de las numerosas protestas que hicimos desde Bosque Alegre, está abandonado,
solo la mitad quedó en pie, porque el resto fue talado y prestado al CASI (Club
Atlético San Isidro) para hacer canchas de rugby”, señala Juan del Pino,
miembro de la asamblea. Y agrega: “Hicieron este centro de exposiciones
presuntamente para proteger el lugar, pero le dan un uso muy exclusivo:
hicieron el reality show El Bar TV, por ejemplo; incluso este festival, que
costó entre 50 y 100 pesos, no es de acceso libre para todos los vecinos”.
Bosque Alegre logró en 2012 que el intendente Gustavo Posse
diera marcha atrás con la entrega gratuita de parte del terreno público al CASI
para su uso privado. Sin embargo, denunciaron que el club siguió usando parte
del terreno y aseguran que el bosque no está siendo debidamente protegido.
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