El desfile de carrozas de la Fiesta de la Flor volvió a
brillar como en sus mejores épocas. Sin embargo, su brillo fue opacado por un
suceso aislado que se conoció horas más tarde: las amenazas y agresiones que
militantes de la Asamblea en Defensa del Humedal aseguran haber sufrido a manos
de un funcionario municipal cercano al intendente Ariel Sujarchuk.
El hecho ocurrió el sábado a la noche, cuando algunos
integrantes de esa organización intentaban desplegar una bandera en la esquina
de la avenida Tapia de Cruz y la calle Mitre, a 150 metros del palco de
autoridades. Según la denuncia que dieron a conocer a través de un comunicado,
el funcionario Javier Abalos se les acercó de manera prepotente para impedirles
“colarse” en el tradicional desfile. “Amenazó y golpeó a dos compañeras”,
afirmaron.
La situación originó un momentáneo tumulto, que fue
parcialmente registrado por los militantes con sus celulares. En el video, que
viralizaron por Facebook, se ve a una joven que increpa y acusa a Avalos de
insultarla y haberle pegado una patada. También se advierte la presencia de
efectivos policiales que intentan controlar la situación, ante la mirada
atónita de los vecinos que presenciaban el espectáculo en esa céntrica esquina.
“Denunciamos el accionar de la patota municipal y repudiamos
este tipo de actos, que no hacen más que revivir lo peor de nuestra historia y
lo nefasto de ciertas prácticas mafiosas”, afirmaron los ambientalistas. A su
vez, informaron que esa misma noche radicaron una denuncia formal en la comisaría
1ra.
El acusado es un hombre de confianza del jefe comunal, con
quien empezó a trabajar cuando era subsecretario del Ministerio de Desarrollo
Social de la Nación. En ese entonces fue su chofer y escolta; actualmente
estaría a cargo de un área de Mantenimiento vinculada a las Unidades de Gestión
Comunitaria (UGC).
No es la primera vez que ocurren situaciones de esta índole
durante un desfile de carrozas. Muchos probablemente recordarán que en 2010 un
grupo de jóvenes militantes irrumpieron frente al palco para reclamar la
construcción de una sede propia para la Universidad de Buenos Aires. Lo mismo
hicieron al año siguiente, vestidos con guardapolvos blancos.
Aunque a los organizadores y especialmente al entonces
intendente Sandro Guzmán no le hicieron mucha gracia, fueron protestas
pacíficas y hasta pintorescas, iguales a la que los ambientalistas pretendían
realizar este sábado. Nada que justificara un comportamiento como el que le
atribuyen al funcionario, oriundo de Castelar y radicado en Escobar hace unos
meses.
Desde la Asamblea en Defensa del Humedal exigieron que el
intendente se pronuncie sobre este episodio, remueva de su cargo a Abalos y les
conceda inmediatamente una audiencia. Pero aún no habría respondido a ninguna
de las tres peticiones. Tampoco existió, al menos hasta ahora, una versión
oficial que desmienta la denuncia.
Fuente: El Día de Escobar
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