En un contexto de reclamos vecinales y académicos para
frenar los barrios privados en la región, la empresa EIDICO inició las obras
para construir el emprendimiento décimo segundo (12) del Complejo Villa Nueva,
que en total ocupa casi 900 hectáreas.
Los tiempos políticos cambian pero el negocio de los barrios
privados no se detiene. En La Ñata, le llegó el turno al campo de La Bellaca en
Villa La Ñata, un terreno de 60 hectáreas con tres sitios ancestrales de los
pueblos originarios, con enterratorios humanos. A comienzos de noviembre se
pudo observar que la empresa comenzó el desmonte y relleno en uno de los
ingresos por la ruta Loreto.
De dos de los sitios sagrados de La Bellaca fueron
sustraídos por arqueólogos al menos siete cuerpos, con antigüedades que van
desde los 680 hasta los 1.100 años, según los especialistas. Los funcionarios bonaerenses
se niegan a informar la ubicación actual de estos restos al Movimiento en
Defensa de la Pacha.
El 7 de octubre de 2015, se solicitó formalmente a la Dirección
de Patrimonio Cultural de la Provincia una copia del estudio de impacto
arqueológico pagado por EIDICO para el barrio privado Santa Ana. Los
funcionarios provinciales no accedieron a esta petición. Pocos días después, la
empresa inició los trabajos de desmonte y relleno para construir un camino en
La Bellaca, mediante el cual se estima que comenzarán a efectuar el movimiento
de suelos.
Además, se pudo observar que alambraron dos pequeños
espacios circulares donde se encontrarían los sitios (el tercer yacimiento
ancestral no alcanza a verse).Estos sectores alambrados tienen un cartel que
aparenta haber sido colocado por el Municipio de Tigre: hace referencia al
expediente Nº 16324/2014 y dice “Protocolo de conservación de sitios
arqueológicos La Bellaca 1-2-3. C/V Centro del Patrimonio del Registro
Arqueológico y Paleontológico de la Provincia de Buenos Aires”.
Las preguntas y dudas son: ¿Cómo sabemos si no existen más
sitios arqueológicos en este campo? ¿Qué pasará con los tres sitios de La
Bellaca? ¿Serán destruidos? ¿Se realizarán pequeñas excavaciones de rescate y
se entregarán los lugares como se pretendió hacer con Punta Querandí en el
2008? ¿Quedarán “perdidos” entre las canchas de tenis como pasó con el sitio
que se identificó en el 2010 adentro del barrio privado San Matías en Escobar?
¿Por qué los funcionarios y arqueólogos continúan actuando de espaldas a los
vecinos y los pueblos indígenas?
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