La última sesión de la Cámara Alta antes del cambio de mando
dejó dos novedades: la reincorporación de la obligatoriedad de que exista un
camino sirga en los ríos y lagos -incorporación al nuevo Código Civil y
Comercial- con propietarios colindantes, y la reparación a las víctimas de
trata de personas.
A contramano de lo que sucedió en el plano general, la
bancada del Frente para la Victoria en el Senado tendrá, tras la renovación de
autoridades, una mayor cantidad de escaños. En la que acaso fue la última
sesión bajo la actual composición, se dio media sanción a dos iniciativas con
temas que estaban postergados en la agenda parlamentaria y que forman parte de
viejos reclamos de sectores muy perjudicados: uno es la reincorporación del
camino de sirga al Código Civil y Comercial, y el otro es la reparación a las
víctimas de trata de personas.
El camino de sirga es un camino que debe quedar abierto en
ríos y lagos cuyos terrenos lindantes estén en manos privadas. El reclamo es
viejo y atañe a las múltiples poblaciones que viven de la agricultura y la
pesca familiar, que muchas veces se ven vedadas de acceder a los recursos
naturales porque quienes adquieren esas tierras clausuran todo alrededor, acaso
creyendo que son dueños de los recursos naturales que encierran.
La iniciativa pertenece a Magdalena Odarda (UNEN), quien
afirmó durante el debate que “el camino de sirga es aquel espacio costero de
carácter público que debe ser respetado en todos los ríos y lagos por los
propietarios colindantes, y al que pueden acceder todos los ciudadanos”.
La legisladora también recordó a una de las
víctimas de la injusticia que representa que no existan estos caminos, Cristian
González: “Este proyecto es en honor a Cristián, a su familia y a su causa.
Cristián fue asesinado el 30 de agosto de 2006 mientras pescaba en el río Quilquihue
junto con dos amigos. Es el símbolo de esta lucha por el libre acceso a las
costas”.